¿A qué huele tu armario?
Si no huele a nada en concreto, o a algo diferente cada vez que lo abres, te animo a que pruebes con darle un toque de olor característico.
¿Te imaginas un armario que cada vez que lo abres se te ponga una sonrisa en la cara? ¿Un armario con aromas que te hagan cerrar los ojos y transportarte a un lugar placentero?
No soy partidaria de los olores fuertes porque tengo un olfato que se me satura con facilidad, y en muchas ocasiones prefiero los olores “propios” que los “impuestos”, y por esta razón he rehuído siempre de los ambientadores, sobre todo de los que son totalmente químicos (sintéticos, quiero decir).
Sin embargo, solía poner un ambientador discreto en algunas zonas de los armarios, aquellos que daban mucho olor, por ejemplo el zapatero, o uno empotrado que tengo en el pasillo que tiene una pequeña estantería donde guardamos los juegos de los niños junto a las alfombras (en verano) y los abrigos de diario (en invierno).
Utilizaba unos cartones impregnados en ambientador porque tenían un aroma bastante suave. Tan suave que duraba una semana nada más…
Los jabones también me gustaban, pero muchos acababan por mancharme la ropa o el cajón, yo creo que el calor del verano no les hacía mucho bien…
Con los saquitos de flores secas me fue bastante bien, pero me cuesta encontrar aromas variados que me gusten para olerlos a diario.
También probé hojas secas (tomillo, romero…) pero apenas me duraban unos días.
Hasta que descubrí los aceites esenciales.
Empecé por impregnar algodón con aceite esencial de limón, pero no me duraba demasiado.
Impregnando bolitas de madera sí conseguí un efecto más duradero.
Y ahora he probado a echar unas gotas de aceite esencial de lavanda en la lavadora, lo echo primero en un vaso con agua y luego al cajetín de la lavadora. Y en los lavados de ropa blanca deja un perfume bastante duradero, y cuando abres el armario… ¡Uhm! ¡Huele todo el pasillo!
Si conoces algún truco más sobre cómo perfumar la casa con aromas naturales te invito a compartirlo en comentarios.
¡Y cuéntame también cómo haces tú para aromatizar tus armarios!
¡Estoy deseando leerte!
Un abrazo,
Virginia