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Comienzo el blog con una puesta a punto… un engrase de engranajes para prepararnos y dejarnos a punto para recibir nuestra nueva vida.

Recibimos muchos consejos sobre cómo llevar una vida sana, pero cuando los leemos vemos que o son el mismo rollo de siempre, o no están hechos para nosotros. A continuación te voy a dar 5 claves para tu rutina que puedes incorporar perfectamente desde ya a tu vida diaria, y en menos de lo que crees vas a notar los resultados. Es más, vas a pensar ¿pero qué he estado haciendo yo todo este tiempo?

Vamos allá:

  • UNA BUENA ALIMENTACIÓN. Estamos hartos de oírlo, sí, pero es una verdad como un templo. No se trata de ir a la herboristería y llenar nuestra despensa de productos exóticos que no sabemos cómo cocinar, sino de encontrar el equilibrio en nuestra dieta, controlar las cantidades, saber qué nos sienta mejor y qué peor, y dejar esto último para ocasiones puntuales. A veces nuestra dieta sí que necesita un cambio radical, pero este es otro tema que trataremos más adelante.
  • EJERCICIO FÍSICO: ¿Que no es lo tuyo? No te asustes, no tienes que ir todas las noches al gimnasio o salir a correr al amanecer mientras todos duermen. Si puedes aprovechar una hora tres veces por semana para hacer ejercicio intenso sería perfecto, pero si no, no te rindas. Hay mil formas de mantener el cuerpo activo sin apenas darte cuenta, tan sólo es una cuestión de hábitos, muchas veces de cambiar pequeños hábitos que harán que tu cuerpo mantenga ese mínimo de ejercicio diario tan necesario y tan esquivado.
  • EJERCICIO MENTAL: aprende siempre algo nuevo. Cuando nuestro cerebro aprende algo diferente se crean nuevas conexiones neuronales que luego nos servirán para cualquier función, no sólo para esto nuevo que hemos aprendido. Puedes apuntarte a un curso online o presencial en tu barrio, puedes aprender un idioma o leer libros de temática diferente a la que estás acostumbrado (esto es importante). La materia del curso es lo de menos, hay un montón para elegir y si no te gusta uno encajarás en otro, el caso es ponerse.
  • CULTIVA AFICIONES: o hobbies, ya sea tejer o hacer crucigramas, escuchar música o pasear (¡o todo junto!). Puedes hacerlos en solitario o con amigos o la familia. El hecho de tener aficiones facilita la desconexión de nuestras obligaciones, fomenta nuestras capacidades, además de ayudarnos a descubrir nuestras virtudes, nos ayuda a bajar los niveles de estrés… ¡y encima lo disfrutamos!
  • MIMA TUS RELACIONES SOCIALES los humanos somos animales sociales, no podemos desvincularnos de ello, y nuestro espíritu se verá reforzado si nos rodeamos de personas que nos quieren y también si conocemos nuevas personas que nos den aporte a nuestras vidas, personas que suman.

Si sigues mis consejos en poco tiempo conseguirás un gran cambio. Al principio cuesta, tenemos una rutina establecida y cambiarla siempre nos cuesta. Pero no se trata de un gran cambio, sino de pequeños detalles. El esfuerzo está en mantenerlos los primeros días, hasta que se conviertan en tu nuevo hábito, pero esos cambios de por sí no suponen ningún esfuerzo, te lo aseguro, son sencillamente otra manera de hacer las cosas. Anímate, tener iniciativa es una cualidad formidable, y una vez superado el primer paso, lo demás viene rodado.

¿Cuántos de estos hábitos practicas ya habitualmente? ¿Y los mimas lo suficiente? Cuidar lo que haces es cuidar de ti mismo, y ese es el mejor regalo que puedes hacerte. Cuéntame, y tú, ¿cómo te cuidas?